Hola, Rubén y lectores del Blog del Ruido. Pues es la primera entrevista que respondo, estoy escuchando a Burning y sí, estoy preparado porque al final se trata de juntar letras y eso, no se me da mal.
Y escuchó a Burning porque con ellos estaré el 21 de marzo en León. Es el XIV Aniversario del Rock Nación y tocarán Burning y Balacera, habrá una exposición de púas y yo, presentando la última novela que he autoeditado.
Tome Usted nota:
01. RockNación Fanzine / Verano 2004 - 2005
02. Era Del Metal Fanzine / 2006. Y no sé en qué situación está ahora mismo esa publicación.
03. Metal4all / Julio 2007 - Diciembre 2014
04. Portal Necromance / 2009 - 2012 y posteriormente como Necromance desde marzo 2013.
Y sigo.
05. Xtreemmusic / 2009 - 2011
06. Metal666.org / 2010 - 2012
07. Friedhof-Magazine / Junio 2012. Y sigo.
08. Spain Death Metal / Junio 2012 - Junio 2013
09. RockEstatal / Julio 2012. Y sigo.
10. MetalCry / Abril 2013. Y sigo.
Como imagino que habrá gente que piense en otro tipo de redactores, quiero dejar claro una cosa a lo largo de la entrevista: nunca he cobrado dinero de los medios en los que escribo. Ni lo digo con orgullo, ni con vergüenza, simplemente como dato objetivo.
Yo estoy en el escalón más bajo del mundillo editorial, en el escalón que todo lo que haces se hace por que te mueve la pasión. Y sigo escribiendo en Friedhof-Magazine, MetalCry, Necromance y la revista Rock Estatal.
Sin querer entrar en detalles ni pedir nombres (polémicas las justas), ¿has finalizado en alguna ocasión la relación con un medio más por tiranteces o falta de entendimiento que por la falta de tiempo, o en todos los casos ha sido una decisión tomada digamos de forma amistosa?
¡Pues claro! Con dos medios, exactamente. Colaboré en dos webs dónde no hablábamos el mismo idioma y escribir ¡es mi pasión! no mi trabajo. Digamos que no acabamos del todo bien. Tenían ciertas exigencias que no me cuadraban. Yo sufrir y pasar malos ratos, los paso en el trabajo o discutiendo con mi mujer, no en los medios en los que escribo como afición. Así que se decidió que cada uno siguiese su camino.
Y no digo nombres, porque no quieres, que yo lo digo sin problemas, ja, ja. Al final, se trata de entablar diálogo con personas distintas a ti, por lo que los roces y malentendidos siempre estarán presentes. Cuando eso sucede, que cada uno siga su camino.
Otra cosa es cuando es tu trabajo, que te callas y te jodes. En mis hobbies, mando yo.
Una vez visto que tienes una dilatada experiencia en el tema, ¿crees qué los lectores de los medios que hacen difusión de información relacionada con la música aprecian realmente la labor que desarrollamos, quienes escribimos en dichos medios, o quizás más de uno debería de probarlo para saber realmente lo que conlleva realizar esta labor informativa?
Contaré mi experiencia. La mayoría de lectores ven una cosa: eres un jeta que quieres discos gratis. Al principio eso me cabreaba, porque un disco es trabajo, ahora ya me da igual.
Creo que no, no se entiende que empleas una o dos horas en escucharte un disco que, de no ser porque llega a tu buzón, en la vida mirarías para él; otra hora más en preparar y hacer la reseña; media hora en trabajar sobre una entrevista… termina siendo un trabajo. Hay quién pinta soldaditos de plomo y nosotros tenemos la música en las venas. Unos mueven cuerdas en un local de ensayo y otros juntamos letras. Cada uno se dedica a lo que se le da bien, pero siempre es lo mismo: una pasión, no un trabajo remunerado.
Como crítico y entrevistador musical has tenido que tratar con bandas que van desde estilos como el doom, sludge o stoner hasta el grindcore, black metal o noise. ¿Qué estilos te resultan más complicados de analizar de cara a escribir reseñas o entrevistas sobre las bandas que los practican?
Sin duda, me pueden los estilos modernos como el Metalcore o el Deathcore. Me suena todo igual, más allá de cuatro palabras, no sé qué decir de esos discos. Lo paso mal cada vez que tengo que hacer una reseña sobre un disco de ese estilo.
El Black Metal me va bastante, es una música con una sonoridad que me gusta mucho a la hora de escribir. Y el Doom también me gusta bastante para escribir, aunque lo mío es el Heavy Metal… tal vez por eso lo más complicado para mí sean estos estilos modernos que tiran de acordes sencillos y apenas tocan solos de guitarra.
¿Qué es lo que peor llevas de todo lo relacionado con el tema "periodístico"?, ¿prepararte las entrevistas?, ¿las reseñas por compromiso?, ¿recibir demasiado material para reseñar?, ¿o quizás sea lo que todo el mundo ajeno a "lo que hay detrás" cree que recibimos los que nos dedicamos a esto como la fama, invitaciones a conciertos o eventos varios, acoso de groupies, dinero, etc.?
Lo peor es el trato con ciertas bandas. Me desespera el ego, la chulería y el “yo toco en un grupo y soy muy guapo”.
¿Discos promocionales? En diciembre de 2014 he dejado Metal4All porque no quería ser parte del staff de redacción. He acabado bien con la gente de la web, me sigo tratando con ellos, pero tenía un agobio enorme por todos los CD que recibía. He llegado a recibir 40 discos físicos un mes y el siguiente 37… uno acaba hasta las narices de tanto CD.
Van pasando los meses y no te das cuenta de la cantidad de tiempo que se te termina llevando encargarte de todas esas toneladas de CD. En la revista Metal Hammer está muy bien, reseñan los discos con cuatro palabras, así yo me hago 456 reseñas al mes, pero yo empleo mucho tiempo en lo que hago, mimo cada reseña y hago un trabajo demasiado extenuante recibiendo tanto disco promocional.
Aunque insisto: lo peor es tratar con ciertas bandas. Peor, incluso, que recibir 40 discos al mes. Como me vengas con orgullo, te cierro las puertas a la primera de cambio.
Además, hay mucho interesado en “hazme esto y lo otro”, aunque él, por ti, no hace nada.
Groupies aún no he conocido y entradas a conciertos… las rechazo. Ir a un concierto acreditado supone: sacar fotos, tomar notas… es decir, no disfrutar del concierto, porque tienes un trabajo al que atender. Y luego, en casa, hacer una crónica. Paso. Me pago el concierto, lo disfruto y listo. Echa cuentas, llevo más de 10 años dedicado a esto y me han acreditado 6 veces.
Obviando las bandas que tienes que escuchar para llevar a cabo las entrevistas y reseñas, ¿qué estilos y bandas pasan por tu reproductor habitualmente?, ¿sueles escucharlas a con frecuencia o después de escuchar tanta música "por obligación" te quedan pocas ganas de más?
Yo escucho música para todo. No me canso. Escribo con música, leo con música, por la calle camino con un MP3 y sí, también follo con música.
Lo que me ha pasado es qué, en ocasiones, no tengo tiempo para escuchar lo que me gustaría. Tantos CD rulando por la cadena, de esos en los que tengo que trabajar, que luego no encuentro un hueco para lo que realmente quiero escuchar.
Hay dos estilos que me gustan mucho y es lo que más suena en el reproductor de mi casa: el Heavy Metal y el Rock con mensaje. Y por Rock con mensaje me refiero a El Ultimo Ke Zierre, Leize, Los Suaves, Los Ilegales… que tienen unas letras de la ostia. Del Rock calimotxero paso, no es lo que yo entiendo por Rock con mensaje.
Yo soy de los que defienden que hay muchas bandas españolas que lo hacen tan bien -o mejor- que muchas bandas de fuera de nuestras fronteras, pero que realmente no ven reconocido su trabajo en su propia casa (ya sabemos que como dice el dicho, "nadie es profeta en su tierra"). ¿Qué opinas al respecto?, ¿crees que se nos tiene que quitar ese complejo que arrastramos desde la época de los '90 cuando comparábamos lo que hacían nuestras bandas con la música que se hacía fuera?
Yo creo que sí está superado, pero España son 45 millones de habitantes. Alemania, Inglaterra, Francia… son más gente, por tanto hay más mercado.
España no da para más. Algún subnormal, que no sabe ni hacer hijas decentes, dijo que España jugaba en la Europa League (fue el mismo sinvergüenza de los brotes verdes)… mis cojones. Somos un país pequeño y con pocos recursos. Nuestro mayor recurso económico: el turismo.
Aquí poco puede salir, porque hay muy poco público y, encima, no está acostumbrado, por el motivo que sea, a comprar material original. Son mejores las descargas. Y las descargas, lo que mantienen, es un nivel amateur, no profesional.
Alternas labores musicales con tu afición a la literatura compaginando esta faceta personal desde ambos lados (lector y escritor), y ahora es cuando viene la pregunta de ¿qué fue antes, el huevo o la gallina?, o lo que es lo mismo, ¿qué te enganchó antes, la lectura/escritura o la música?
La música, sin duda. Luego empecé a leer, luego a escribir, pero la música fue el germen de todo… lo que pasa es que tocando música soy algo así como la honradez en un partido político: inexistente.
Tampoco creo que se me diese bien eso de ir al local de ensayo dos o tres veces por semana, así que me he decidido por la literatura, pero realmente, lo primero con lo que me di, fue la música.
Desarrollo ambas novelas en lugares conocidos por comodidad, así me es más fácil escribir sobre los sitios dónde desarrollo el argumento.
Hombre, al final te cansas y quieres ir a otros lugares, por eso “Las cenizas de Oradour” está basada en una historia casi olvidada de la II Guerra Mundial. Me atrevo a decir que no hay ni cinco libros, en castellano, dedicados a Oradour-sur-Glane (Francia).
La banda sonora de las tres novelas es… pues MP3 de mi ordenador. Paso etapas que solo escribo con Black Metal o con Doom Metal de fondo… el Death Metal de sonido sueco me tira mucho. Lo que no suelo poner cuando escribo es música en castellano, porque me distrae y termino por tararear los estribillos.
Además de incluir algo relacionado con la música en las dos novelas (en "El asesino..." más que en "El razonamiento..."), los prólogos están realizados por personas directamente relacionados con la música, como en el prólogo de "El razonamiento del Kaláshnikov" escrito por Félix Lasa (Leize), el prólogo de "El asesino del Black Metal" escrito por Darshan (Atman e Ishtadeva Vinyl Productions), la portada de esta última realizada por Igor Mugerza (ilustrador de álbumes para bandas como Xerión, Aposento, Nakkiga...), ¿por qué esa relación tan estrecha entre música y literatura?
¿Qué mejor manera de aprovechar mi experiencia en la música qué utilizarla para dar más valor a un libro?
Félix Lasa era un capricho. Yo vi a Leize a los 16 años y tengo 37. Cuando la novela se iba a publicar, quise dar un extra y contar con Félix. Él encantado y yo más. Además, trabajó como a mí me gusta: con humildad. Haces un prólogo, te pago con una novela. El contacto con Félix ya lo tenía, le había entrevistado dos veces antes de publicar esa novela. Le pasé un Word y el hizo su trabajo.
Darshan fue diferente. Tenía una novela dónde un asesino descuartiza prostitutas mientras escucha Black Metal. Y una de las bandas que escucha es Atman, donde Darshan canta y toca la guitarra. El Black Metal es una música peculiar, con seguidores peculiares… yo tenía miedo de lo que se dijese por una novela con el título de “El Asesino del Black Metal”… y le pasé un documento Word a Darshan. Él lo leyó, no se sintió ofendido por el contenido de la novela y se involucró en el prólogo. Y yo, nuevamente, encantado con él.
Igor Mugerza, más que ilustrador, es psicólogo. Le llamé por teléfono y lo primero que me dijo fue “eres de gustos sencillos”. Así que trabajé con él y él conmigo. Fue muy sencillo. El contacto me vino por Isma, que toca en Nakkiga.
Los tres entendieron al nivel en el que yo me nuevo: muy pequeño. Aceptaron mis humildes condiciones de trabajo y todos contentos.
Yo tiro de la gente que conozco, que son principalmente elementos relacionados con el Rock. Así doy un poco de valor extra a mis novelas. Tanto Félix Lasa, como Darshan, hicieron sus primeros prólogos en mis novelas… y también Igor Mugerza hizo su primera ilustración para un libro.
Para las siguientes novelas, habrá más prólogos de gente relacionada con el Rock.
Me influye contar una historia entretenida. Mi regla de oro es escribir una historia que yo mismo podría leer.
Me influye… me influye que me gusta escribir. Y escribo. No hay más misterio. Las musas no existen. No se suele decir, pero escribir, es también trabajar. Yo me he pasado 8 y 9 horas delante del ordenador dando forma a dos novelas a la vez.
Eso sí, me gustan las novelas con mucho diálogo y una trama creíble… aunque a veces, la vida real, tiene unas historias más increíbles que las propias novelas que escribo.
Retomando la relación entre literatura y música, decir que hay compositores que reflejan en sus letras una buena dosis de creatividad y un cierto punto de genialidad, al igual que los autores de los que incluyes alguna de sus citas en tus novelas. ¿Eres de los que sacan el libreto de los discos para leer las letras o de los que van al grano y disfrutan de la música en su conjunto obviando el contenido lírico?
Yo lo leo todo. Cuando compras un disco, compras su libreto, así que también lo leo.
Y me corto mucho incluyendo citas, por mí incluiría más, pero no queda bien. Yo siempre estoy leyendo algo, por malo que sea, siempre saco algo y, además, al que le gusta leer, lee. Mira Bárcenas y sus amigos del PP. ¿Por qué robaban? Porque les gusta robar. A veces, la vida, se resume a eso, a hacer lo que te gusta. Y leer es una de mis pasiones.
Estableciendo símiles sobre la literatura con la situación actual de la música, diremos que en ambos casos los comienzos son jodidos, hacerse un hueco entre quienes ya gozan de cierta fama es jodido, editar las creaciones es jodido, que una vez editado el tema de la propiedad intelectual es algo jodido y que conseguir vender un número razonable (lo que viene siendo no palmar demasiada pasta) también es jodido, ¿los autores no tenéis complejo de actriz porno de tanto joder?, ¿en qué sentido os ayuda u os perjudica la figura de la tan odiada S.G.A.E.?
La S.G.A.E. es para los músicos, los escritores tendríamos a CEDRO… yo no tengo nada. Registro mis obras en la Propiedad Intelectual, en Safe Creative y, por si acaso, me mando un email a mí mismo con un documento adjunto de la novela en Word.
En las dos primeras novelas firmé con una editorial de pago de Burgos y para la tercera con una editorial de pago de Almería. ¿Editorial de pago? Hombre, cuando tú pones dinero para publicar un libro, hay que llamar a las cosas por su nombre. Yo lo que quiero es dejarlo claro. Una editorial, lo que yo llamaría editorial, es quien pone todo el dinero para publicar un libro. Yo eso todavía no lo he conocido. Y yo lo digo: he puesto dinero en mis tres novelas.
Es raro que una editorial confíe en un escritor novel que no tiene padrino. Así que te toca firmar contratos que, una vez que vas adquiriendo experiencia, te parecen vergonzosos. Yo he firmado contratos de los que siento vergüenza. Lo que pasa es que no me callo, hablo con otros autores y les cuento mis defectos: que al menos sirva de mal ejemplo. Otro, a lo mejor, se callaría. Yo prefiero, al menos, contar mi experiencia y servir de mal ejemplo.
Y sí, como escritor, algo de puta tienes. Claro que a mi cierta editorial me prometió esto y lo otro, hasta que firmé el contrato, luego ya se sabe. Las promesas no terminan por ser más que palabras y las palabras se las lleva el viento.
Ahora mismo estoy sin editorial. Tengo algo hablado con una editorial gallega, pero como siga viendo lo que veo, saco del banco los 1.100 euros que me cuesta editar 200 copias y me encargo yo de todo. Pierdo distribución, pero gano salud metal de no tratar con nadie que quiera derechos que no se ha ganado sobre mis novelas.
Las tendencias en el ámbito de la música son muy cambiantes... de pronto se dejan de vender soportes físicos, como que vuelve la fiebre del vinilo o se retoma el uso de cassettes, pero en lo que todo el mundo parece estar de acuerdo es en que el tema de las descargas y edición en soporte digital se va comiendo a los soportes físicos tradicionales. ¿Esto último ocurre también con la literatura y los, cada vez más presentes, lectores digitales?
No sé, aquí no tengo una información precisa. Solo hablo de mí: yo sigo vendiendo libros.
Ojo, no es como un trabajo: es un trabajo. “Las cenizas de Oradour” salió hace dos semanas. No he parado de moverme en dos semanas y me quedan otras tantas por delante. Voy a un montón de sitios, organizo yo las presentaciones, me imprimo los carteles…es la única manera de lograr vender unas 100 copias que te permitan recuperar el dinero que has puesto. No hablo de ganar. Hablo de recuperar un dinero que yo he adelantado.
Y mira, que no se suele decir, pero lo digo: yo he ganado dinero con mis otras dos novelas. ¿Cuánto? Eso no lo sé, no llevo una cuenta exacta, pero creo que, cosiendo zapatillas Nike en la India, se gana más a la hora de lo que gano yo. Lo que quiero dejar claro es que se venden libros, pero hay que moverse mucho. ¡¡Mis cojones si piensas que van a ir a tu casa a comprarlos!! Hay que dejar un precio ajustado, moverte mucho y así logras vender, personalmente, unas 100 copias. No es mucho, pero según están las cosas, lo suficiente.
Yo, dentro de 10 o 12 meses, vuelvo a editarme una novela. No gano, pero tampoco pierdo y veo que hay las suficientes personas que aún prefieren el libro físico al libro digital.
¿Gobierno con la qué? A este Gobierno la única lectura que le interesa es la que viene impresa en sobres.
No sé si tiene que cambiar algo, en este aspecto, voy a lo mío. Y lo mío es escribir y vender libros.
Sí te diré que hice una presentación en una biblioteca. Le dije al concejal que lo organizó que le incluiría en los agradecimientos de mi próxima novela, “El asesino del Black Metal”. La verdad, se portó bien… el me dijo que incluyese al Ayuntamiento, que indicase eso antes que su nombre… y no, incluí su nombre particular, no el del Ayuntamiento. Para mí, el Gobierno, sea del bando que sea, no tiene cabida en la cultura. La utilizan, como utilizan a los niños: para sacarse fotos y parecer otra cosa.
De la misma manera, rechazo subvenciones, públicas o privadas, para editar mis novelas. Si algún día pierdo dinero al publicarlas, me jodo.
¿Qué planes tienes a corto y largo plazo?, ¿crees que tus labores como escritor te absorberán alguna vez tanto que dejes de colaborar en medios musicales?
A largo y corto plazo: publicar más novelas. Tengo dudas sobre si editar antes una novela negra que tengo ya escrita y de nombre “THC” (aunque falta la última revisión ortográfica), o la segunda parte de la trilogía sobre la II Guerra Mundial que he comenzado con “Las cenizas de Oradour”.
Al poner yo todo el dinero, tengo que ver la difusión de cada obra. Sé que las editaré, lo que no sé es el cómo, ni el cuándo. Si supiese que recupero el dinero, mañana mismo me lanzaba de cabeza a editarlas, pero siempre cuento con pérdidas, aunque hasta la fecha no ha sido así.
Seguir en medios musicales, voy a seguir. Ahora mismo estoy como redactor en Metalcry.com, Friedhof-Magazine.com y Necromance.eu. En las tres webs me siento a gusto, me entiendo con los gestores y quiero seguir con ellos. Además son ellos los que maquetan, yo solo escribo. Si en esas webs yo tuviese que maquetar, seguramente no podría estar en tantos fregaos, así que agradezco a Danny Velasco, Luis y Néstor y David Déniz, todo lo que hacen por mí. Son unos amores. Yo les debo mucho.
Y, además, de vez en cuando, también meto reseñas en la revista Rock Estatal, y quiero seguir con ellos, que me gusta lo que hacen. Saludos a Juan Palacios y al resto del equipo, que también me maquetan las reseñas.
Aún no tienes un página web "oficial", así que ¿dónde puede obtener más información quien tenga curiosidad sobre tus novelas?, ¿dónde se puede acudir o cómo se puede contactar contigo para adquirir copias de las mismas?
Ni tendré página web, ja, ja.
Email, arcadiotocino@yahoo.es y Facebook El Razonamiento del Kaláshnikov.
No tengo Facebook personal, no me avergüenzo de mi cara, pero no soy lo que se dice un tipo muy guapo, así que el contacto, por los medios citados.
Mando las novelas dedicadas y suelo incluir algunos CD. Quien contacte conmigo, le puedo enviar los flyers de las novelas, lee su sinopsis y, si les interesa, se la mando yo mismo. Tengo copias de las tres novelas que he sacado… por cierto las tres en menos de un año.
Bueno Arcadio, antes de dar por finalizada la entrevista tienes un espacio para añadir lo que quieras o para ponerme a parir por haberte robado ese tiempo que a veces tenemos que sacar de donde no lo hay.
Pues que sepan los lectores, que tú eres el ilustrador de “THC”, una novela sobre unos jóvenes que van a rodar un film sobre zombies y se encuentran con unos traficantes de droga… hay putas, gánsteres y diálogos delirantes. Ya veré cuando encuentro los 1.100 euros para publicarla. No confío en que aparezca ninguna editorial con una propuesta mágica. Así de claro lo digo. De momento, la autoedición es mi mejor oferta.
Antes, o después, intentaré sacar adelante una trilogía sobre la II Guerra Mundial. Ahora mismo estoy moviendo la primera parte, “Las cenizas de Oradour”, y es algo loco. Todas las mañanas me toca caminata y, mochila en la espalda, voy vendiendo libros mano en mano. Es cansado, pero la única manera de distribuirlos. Además los viajecitos a Correos no son pocos. Lo bueno (o lo malo, según se mire) es que me dedico al 100% a la novela, si tuviese un trabajo la cosa sería diferente.
Luego, por la tarde, o por la noche, encontrar unas horas para rematar otras dos novelas. Una la corrige mi mujer y otra yo… “THC” la está corrigiendo una persona externa (que cobra dinero, señores, que las cosas se pagan), y tardará dos meses en darme el borrador definitivo. ¡¡Hay novelas suficientes para unos cuantos años!! De momento tenemos 3 ya acabadas, a falta de una revisión, y en breve me pongo con otra historia.
Muchas gracias por tu tiempo y suerte con tus proyectos.
Gracias a ti, Rubén, por este espacio. Sin promoción, es como si no existieras. ¡¡Nos vemos por Burgos!!
Una gran entrevista donde la sinceridad y espontaneidad de las respuestas dan un aspecto cercano y atrayente. No he podido asistir hoy a la presentación de "Las cenizas de Oradour", espero poder acudir a la próxima y poder conocerte por fin en persona. Un abrazo.
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