EL KASO URKIJO es una de las bandas más veteranas (si no la que más) y bajo mi punto de vista, con menos reconocimiento de nuestro país, son culpables de freír nuestras neuronas durante lustros con una sola fórmula: estructuras sencillas, humor negro y bizarro y sobre todo ataques desenfrenados de grindcore y noise. El primer material que compré de la banda fue el cassette "Soundless destruction" (creo recordar que en el mítico pub Sarcófago de Zaragoza), poco antes de que editaran su primer álbum "From dark dimension of destruction" y simplemente aluciné con el muro sonoro que la banda levantaba tema tras tema, así que he ido siguiéndoles durante todo este tiempo, llegando por fin a verlos en directo en el Etengabeko Zarata junto a Haemorrhage, comprando y últimamente recibiendo sus grabaciones gracias a Jordi "Popeye ", batería y alma mater de estos masters del ruido. De su discografía he elegido "La España negra de los crímenes rurales" -con su tremenda portada- y de entre los temas que lo componen, "Limpia kulos de karne kruda, seguida de cerca por "Nostalgia", puro canibalismo mu-sick-al.
Tampoco hay que olvidar al mítico "Obeja", personaje amado y odiado a partes iguales. Yo tuve la fortuna de hacerle una entrevista en 1996 para mi fanzine "It's Pathetic", como pasa el tiempo...
ResponderEliminarPues si UnholyBlackMad, míticos eran los enfrentamientos y puyas en la mítica Metalli-K.O.
EliminarSi que fue mítica la revista Metali-K.O., compré todos sus números del 11 al 84 (varios de ellos se encuentran en posesión de "amigos") más dos números especiales que sacaron. Por desgracia no he logrado adquirir ninguno de sus 10 primeros números de la etapa fanzine. También tuve el honor de cartearme con su director Ramón Porta, una excelente persona, incluso me regalo varios CD's.
ResponderEliminarYo logré que un kiosko me trajera la Metalli-K.O. todos los meses a base de darle la brasa (y comprarle otras publicaciones). Yo tampoco pude hacerme con los 10 primeros números y finalmente acabé vendiendo todos los que tenía por cuestión de espacio y evitar acumulación de material.
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