Formada en 1989, hubieron de pasar siete años para que aquella prometedora banda del EP "Moribound" diese el salto de las demos editadas de forma independiente a su primer álbum de estudio, "Raped in their own blood", el cual recibió muy pronto buenas críticas y llevó su nombre a sonar con más fuerza fuera de Suecia, siendo este el primer trabajo que cayó en mis manos. Desde ese momento fui siguiendo su carrera, haciéndome con sus trabajos, que siguieron recibiendo buenas críticas y sumando seguidores. En 2013, y tras casi 25 años de carrera, anunciaron su despedida como Vomitory, comenzando a gestarse Cut Up, la banda donde militan tres de sus componentes, editando su álbum debut "Forensic nightmares" poco después, aunque no recibió tan buenas críticas como las que recibieron como Vomitory, sobre todo con las que comenzaron a recibir a partir del tercer álbum (el primero que editaron con Metal Blade): "Revelation Nausea", donde la banda dio un cambio a su sonido, asentándolo definitivamente con "Blood rapture", un álbum que al menos a mi me dejó "fuera de combate", convirtiéndose en mi álbum favorito de la banda, del cual elijo como tema preferido el contundente "Hollow retribution". Prueba de que Vomitory son una de las bandas del estilo que tengo siempre presente, fue mi participación como co-productor del tributo que Base Record Production rindió a los suecos, en el que dicho sea de paso, aparecen grandes temas de su discografía, pero no este.
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