LEAD COFFIN

Contando con miembros de Purulent Necropsys en sus filas, LEAD COFFIN se preparan para la edición de su primer trabajo "Aquí mueren los chivatos", el cual se encuentra muy avanzado y del que hablaremos en el blog cuando haya visto la luz. Como presentación de la banda os dejo las palabras de sus propios componentes:

"Lead Coffin es una banda de Grindcore afincada en Sevilla y fundada en 2014 a partir de miembros de otras bandas veteranas del panorama extremo del sur de España.  En su corta trayectoria hasta la fecha, Lead Coffin ha participado en festivales y conciertos en la capital andaluza y fuera de ella, como por ejemplo, en el Exhumed Fest, en Córdoba, y ha compartido escenario con bandas de renombre, como Nashgul, o los suecos Myteri.

Su primer trabajo en estudio, Aquí mueren los chivatos, es una autoproducción que indaga en las sonoridades más sucias. Buscando la crudeza de las primeras producciones del estilo y de bandas más recientes como Retaliation o Rotten Sound.

Estilísticamente, se trata de un Grindcore de estructuras sencillas, con estribillos bien diferenciables y coreados a dos voces, en cierto sentido, influidos por las estructuras utilizadas por bandas como Brujería o Carcass, y por las bandas del Thrash de la década de los 80. Aparecen, a demás, guiños a otras músicas, como el Blues de Chicago o las investigaciones electroacústicas de la primera mitad del siglo XX, a cargo de instrumentos poco usuales en el Metal Extremo, como son la armónica diatónica, los sintetizadores y el Theremin.

Cantando en castellano, las temáticas de Lead Coffin están cargadas de ironía y humor negro, con unas letras crudas que resaltan lo peor de la sociedad española. Con influencias que abarcan desde las letras de Eskorbuto, La Polla Records o La Banda Trapera del Río,  hasta lo más grotesco de la literatura de Fernando Arrabal, Fernangómez o Javier Marías, Lead Coffin ataca, con una reacción burlesca y vengativa, a la creciente manipulación informativa, a la idolatría y fanatismo  religioso, tan propio de nuestras latitudes,  y a la burricie de la clase política, responsable de una libertad de expresión cada vez más amordazada y que busca una sociedad castrada en la que, en palabras de Evaristo, “Hoy puedes ser terrorista sólo por estornudar”."